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No pegues a tus hijos: Diez razones para evitar el castigo corporal

por Laura Díaz de Entresotos |

por Aletha Solter, Ph.D.

(Traducción español de Laura Díaz de Entresotos Bajo)

(Versión inglés: Don’t spank your children: Ten reasons to avoid corporal punishment)

Copyright © 2008 por Aletha Solter. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este artículo puede ser reproducida o transmitida en ningún formato o por cualquier medio electrónico o mecánico (incluida la copia a otros sitios web, e incluyendo las traducciones), sin el permiso escrito de Aletha Solter.

1. El castigo físico puede conducir a comportamiento agresivo.

Los niños que sufren castigos físicos son más propensos a golpear y morder a otros niños, convertirse en acosadores del parque de recreo, y tener arrebatos violentos de adultos.

2. El castigo físico puede conducir a la rebelión.

Los niños que sufren castigos físicos son más propensos a rebelarse contra sus padres y tener comportamientos de riesgo.

3. El castigo físico puede causar en los niños insensibilidad a las sensaciones físicas.

Los niños que sufren castigos físicos se vuelven insensibles a las señales de su cuerpo de dolor, hambre, plenitud, fatiga, y sobredosis de droga.

4. El castigo físico puede causar problemas sexuales.

Los niños que sufren castigos físicos en el culo pueden sufrir más adelante disfunciones sexuales o perversiones sexuales.

5. El castigo físico puede llevar más tarde a problemas emocionales.

Los niños que sufren castigos físicos son más propensos a sufrir ansiedad, depresión, y abuso de sustancias de adultos.

6. El castigo físico fracasa al enseñar habilidades de resolución de conflictos útiles.

Los niños que carecen de modelos para una comunicación constructiva son más propensos a tener dificultades en sus relaciones de adultos.

7. El castigo físico puede llevar a la mentira y el engaño.

Los niños que aprenden a evitar el castigo con mentiras serán más propensos a continuar con esta pauta de comportamiento a medida que se hagan mayores.

8. El castigo físico puede hacer que los niños teman a sus padres.

Los niños que no se sienten seguros en casa serán más propensos a abandonar su casa a una edad temprana y a rechazar los valores de sus padres.

9. El castigo físico es doloroso física y emocionalmente.

Los niños que sufren experiencias dolorosas frecuentes son más propensos a tener ansias de experiencias placenteras como el sexo y las drogas.

10. El castigo físico no funciona.

Aunque puede producir la obediencia temporal de los niños, pegar NO ayuda a los niños a aprender, volverse cooperativos, o desarrollar valores morales. Es el método de disciplina menos efectivo.

Puedes encontrar una descripción de esta filosofía de la educación en los libros de Aletha Solter: Mi bebé lo entiende todo, Mi niño lo entiende todo (Nueva Edición), Llantos y rabietas, y Juego de apego. Ediciones Medici, Barcelona, España. (Titulos en inglés: The Aware Baby, Cooperative and connected (Helping Young Children Flourish), Tears and Tantrums, y Attachment Play. También ha publicado *Raising Drug-free Kids*, solo disponible en inglés)